Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son una agenda para acabar con la pobreza, la desigualdad y el cambio climático a nivel mundial. Establecidos por la Asamblea General de Naciones Unidas en 2015, se espera que se alcancen los objetivos de desarrollo antes del 2030.

Estos 17 objetivos abordan problemas como el hambre, la escasez de agua potable, el empleo decente, la energía sostenible, la igualdad de género, las ciudades y comunidades sostenibles, la acción contra el cambio climático y la protección del medio ambiente marino. La meta es reducir la desigualdad social y mejorar los estándares de vida para todos en torno al mundo.

A diferencia de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), los Objetivos de Desarrollo Sostenible se centran más en el medio ambiente y el bienestar global. Estos objetivos no solo abordan la pobreza o la salud mundial, sino también el cuidado del medio ambiente. Esto incluye la lucha contra el cambio climático, la producción sostenible y la conservación de la biodiversidad. Los ODS son mucho más holísticos que los ODM y abordan los temas ambientales desde una perspectiva global.

Los países firmantes del pacto se comprometen a implementar estrategias nacionales para lograr los 17 ODS. Estas estrategias incluyen inversiones en educación, infraestructura, tecnología y energía limpia. El financiamiento proviene de organismos internacionales, donantes privados y otros países ricos. Todos estos esfuerzos deben encaminarse hacia el logro de los ODS a fin de garantizar un futuro más sostenible para las generaciones venideras.

Además de invertir en proyectos concretos para alcanzar los objetivos, es necesario que los gobiernos se comprometan a monitorizar su progreso anualmente. Esto ayudará a identificar los obstáculos en el camino hacia el cumplimiento. Las autoridades también deben involucrar a las personas en su proceso para alcanzar estos objetivos e incorporarlas activamente como responsables de este proceso.

Un último desafío que los gobiernos tendrán que abordar será encontrar formas adecuadas para medir el progreso hacia los objetivos establecidos. Los indicadores relevantes deben reflejar cuantitativa y cualitativamente el cumplimiento de dichos objetivos específicamente con respecto a cada región o sector priorizado por las autoridades pertinentes. Establecer estándares internacionales para esta medición también ayudará a evaluar mejor si se están cumpliendo los objetivos.

En definitiva, los Objetivos de Desarrollo Sostenible son un llamado urgente para que todos nosotros trabajemos juntos para crear un mundo mejor para todos. Necesitamos actuar ahora para salvar nuestro planeta antes de que sea demasiado tarde. A través del trabajo conjunto entre la comunidad internacional y los gobiernos nacionales podemos garantizar que tod@s tengan un futuro libre de pobreza y desigualdad antes del 2030.